El verdadero Ser superior

La descafeinada Liga española dejó de tener un sentido bipartidista y un marcado color blanco para dar lugar al azul y grana. Tinte culé, corazón catalán, fútbol de elite, una nueva lección en el Bernabeu volvió a delimitar la distancia entre hasta hoy los dos equipos dominantes en la Scottish Premier League versión 2.0. Déjà vu, golpe sobre la mesa, la historia volvió a repetirse en el mismo escenario y con los mismos protagonistas. Xavi fue el director de una orquesta bien afinada que esta vez no dio un recital para el recuerdo, pero alcanzó para dejar en claro quién es hoy el día el mejor equipo en España y en toda Europa.

Del Camp Nou al Bernabeu vimos a un Madrid. No podemos asegurar que fue como el de Juande porque este conjunto de prominente pegada tuvo pasajes de muy buen juego y de una contundencia abismal gracias –entre otros- a Cristiano e Higuaín. Llegó el clásico y el Madrid fue otro, pero lo peor de todo es que el Barça fue el mismo de siempre. ``Nos ha ganado un equipo que hoy en día es superior´´, declaró Pellegrini tras el encuentro. Toda la razón para el entrenador chileno, porque aunque suene a obviedad queda claro que el verdadero Ser superior no se sentó al lado de Joan Laporta, sino que se vio dentro del campo de juego.

En el Madrid del resto de la Liga todo –o casi- estaba bien. Cristiano e Higuaín eran amigos y fieles colegas. El grupo se mantenía unido, había muestras de equipazo en formación. Pero apareció el tan temido miedo escénico y se acabó la historia. Adiós racha de victorias, adiós invicto en casa, ¿adiós ilusiones de ganar la Liga? Este tan golpeado Madrid sufrió otro revés que suena a definitivo. La temporada a nivel de títulos parece estar lejos de las expectativas a pesar de que los resultados partido a partido estén a la vista. Sin forzar la máquina, el Barça venció sin atenuantes a un Madrid negado, anulado, rendido ante la adversidad del tirano vestido de blaugrana.

Porque Messi sigue siendo Messi, porque Xavi se siente como en casa cuando pisa el Bernabeu, porque en Valdés hay un portero que en cualquier selección hoy sería titular, porque Pique es la contundencia personificada y porque la idea de que el equipo está por encima del todo es la premisa madre de Pep y sus hombres. Y contra tanto, poco se puede hacer. Preciosa realidad para algunos, pesadilla infame para los otros. El Barça marca el paso de la Liga y de toda Europa, y contra un equipo que tiene la mente tan lúcida y que plasma sus ideales al pie de la letra, no hay millones en el mundo que alcancen para hacerle frente a esta sinfónica que tan bien suena en el viejo continente.