jueves, 13 de noviembre de 2008

La importancia de anomenarse Cirilo Amorós

Escrito por Lama

Valencia es una ciudad moderna pero que mira mucho por su tradición y costumbres. Está llena de contrates con edificios vanguardistas y barrios antiguos de lo más pintorescos. Una de las calles más conocidas tiene el nombre de un personaje importante para la sociedad valenciana: Cirilo Amorós. ¿Quién fue Amorós que ha obtenido el honor de que su nombre perdure para la eternidad para todos sus paisanos? Cirilo Amorós y Pastor fue un abogado valenciano que luchó por el progreso de la provincia estando presente en la creación de empresas importantes para el desarrollo económico y de infraestructuras de la ciudad, así como un político que tocó casi todas las ramas siempre para el beneficio de sus vecinos y allegados. Incluso formó parte de los notables que redactaron la Constitución de 1876.

Pero para los más forofos del Valencia, hay otro Cirilo Amorós (foto 1). El que fue capitán del Valencia en la segunda mitad de los años veinte y primeros años treinta: Cirilo Amorós Bohem, nieto del abogado citado anteriormente y que también luchó (de manera deportiva, eso sí) por el respeto para los valencianos. Y es que todos aquellos que dicen que la rivalidad entre el Valencia y el Real Madrid nació aquella loca noche parisina en el que el conjunto blanco (aquella noche de negro) pasó como un rodillo por encima del fantástico Valencia de Cúper no hacen más que nombrar uno de los muchos capítulos de una historia tan vieja como el fútbol español.

Sin lugar a dudas, el primer pasaje de esta historia de rivalidad nace en una edición de la antigua Copa en una época en la que Madrid y Valencia, meseteros y provincianos, tenían el pique regional más presente que en el ámbito deportivo. El Valencia, que había eliminado al Celta de Vigo y al Sevilla, se encontró en cuartos al Real Madrid, un choque que ya en esa época era de altos vuelos. La cosa no pudo empezar peor. El Madrid golpeaba primero consiguiendo una contundente derrota por 2-5 en el antiguo Mestalla y la eliminatoria se daba casi por decidida, excepto para Amorós que, ya ejerciendo de capitán, se encargó de motivar a su equipo. Y vaya si lo consiguió, puesto que en la vuelta, el Valencia se logró avanzar por 0-2 en Chamartín.

Pero justo cuando parecía que lo más difícil estaba hecho: poder con el miedo escénico, recortar sensiblemente la diferencia en la eliminatoria y tener al Madrid noqueado y sin respuesta, apareció el único rival al que el Valencia no podía batir ni aunque les dijeran que ese partido fuera el último que fueran a jugar. Fausto Martín fue el árbitro designado para hacer de trencilla del encuentro y todavía no se sabe bien por qué se interpuso en el pase del Valencia a la final. Con el marcador, como decía, en 0-2 y con el Madrid a verlas venir, el señor Martín anuló dos goles legales al Valencia que habrían dado definitivamente el pase a los jugadores entrenados por Anton Fivber (foto 3). Aquí apareció de nuevo la figura de Amorós, el capitán que había motivado a sus compañeros hasta el punto de levantar un 2-5, el nieto del que fue un personaje notable para todos sus paisanos y el que ordenó a todos sus compañeros que abandonaran el campo.

"Está claro que el partido de hoy no lo podemos ganar, así que nos vamos" dijo. Y eso hizo el Valencia, se retiró del partido perdiendo la eliminatoria pero ganando la admiración de la hinchada que los recibió como auténticos héroes. Jugadores de fútbol, gente que corría en pantalón corto detrás de un trozo de cuero que había hecho una demostración de orgullo de patria chica que ni mil políticos hubieran conseguido. Por eso, muchas veces, cuando alguien pregunta quién fue Cirilo Amorós, muchos son los que anteponen la historia del nieto a la del abuelo. Por cierto, para los que querais saber como acaba la historia de la Copa os la cuento: Fausto Martín no volvió a pitar nunca más un partido de fútbol.

8 Comentários:

AD dijo...

Otra excelente historia Lama, una epoca de la cual poco se conoce, como fueron las primeras decadas desde la creación del futbol.

Un icono del Valencia, que sinceramente no conocia. Mucha actitud por parte de Amorós, un simbolo del club che.

PD: me costo muchisimo conseguir fotos, y la que encontré fueron esas, lamentablemente son pequeñas.

Anónimo dijo...

que gran historia! Aquel era fútbol de verdad, no lo que ocurre hoy en día. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Genial la historia y muy bien narrada. Felicidades.

Fernando, para mí el de antes era fútbol de verdad, pero el de ahora no lo es menos.

Un abrazo desde La Elástica

Nicolás dijo...

Una historia fantastica. De las mejores que he leido en este ultimo tiempo. Una muestra de orgullo de este verdadero capitan.
Un saludo.

www.dalepelota.blogspot.com

Anónimo dijo...

Hola Nicolás.

Quieres intercambiar links, y si quieres puedes colaborar en mi blog, y yo en tu yo. Te a gusta la entrevista.

www.grandesfichajes.blogspot.com
Te espero...

The gunner dijo...

Muy bueno el post. Admito que tienes un blog muy superior a la media de la blogsfera. Seguid trabajando duroc chicos!!

Saludos desde
http://futbolanoimato.blogspot.com

Miquel dijo...

Me alegro que os gustara la entrada. A ti Devo, sólo me queda disculparme, que tenía que haberte reenviado la entrada como me pediste, pero me ha sido imposible.
Hoy se ha acabado una de las etapas más chungas del año... así que mi actividad tiene que pegar un bote en positivo.

Saludos y gracias por la oportunidad.

Pablo G. dijo...

Interesante historia. Saludos

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