Keirrison, la amenaza del K9 va en serio

Escrito por McAlv*

Hace ya 20 años, más concretamente un 3 de diciembre de 1988, Dourados, una ciudad de Brasil que basa su economía principalmente en la agricultura, daba a luz a un joven llamado Keirrison de Souza Carneiro. Lo que nadie sabía por entonces es que ese niño iba a hacer feliz a los amantes del buen futbol con el paso del tiempo. Pasaban los años y como todo chaval brasileño sus sueños de convertirse en futbolista algún día merodeaban siempre por su cabeza. En 1998, comenzó su andadura al incorporarse al filial del CENE en Campo Grande, otra ciudad de Mato Grosso do Sul. Allí pasó su primer año, pero en 2000 su vida dio un giro importantísimo al fichar por el Coritiba, formándose allí como delantero centro y escalando peldaño a peldaño hasta que en 2007, con 17 años y cerca de cumplir los 18, fue ascendido para jugar con el primer equipo. Por entonces el Coritiba jugaba en la Serie B, lo que equivale a la segunda división del fútbol brasileño. Allí lo pude ver por primera vez y muy pronto me dí cuenta de que era un jugador especial, diferente a los demás.

12 goles anotó aquella temporada, siendo un jugador clave en el ascenso del Coritiba a la primera división del fútbol brasileño. Ya por entonces algunos equipos europeos comenzaban a preguntar por él. No pasó desapercibido tampoco en el Campeonato Paranaense de 2008, donde sumó la increíble cifra de 18 tantos, y pronto se presupuso que podría ser uno de los jugadores revelación del Brasileirao 2008, que iba a jugar con Coritiba y cuya misión no era otra que eludir el descenso. Keirrison no defraudó, fue posiblemente el mejor delantero del año, 21 goles y el premio al máximo goleador de la temporada compartido con dos veteranos delanteros como Washington o Kléber Pereira. Parece increíble que este joven no notara el cambio de categoría al pasar de la Serie B a la A, sino que su juego mejoró y su instinto goleador lo convirtió en el jugador que ahora conocemos como K9.

Apareció entonces el proyecto del Palmeiras, un equipo dirigido por Vanderlei Luxemburgo con la idea de montar un plantel para ganar el Brasileirao 2009. Fichajes como Marquinhos, Willians del Vitória, Edmilson, procedente del Villarreal, o de Cleiton Xavier del Goiás, presuponían que el equipo iba a luchar por el título con total seguridad. Sin embargo la guinda al pastel fue el fichaje de Keirrison, el delantero más deseado de todo Brasil y que el Palmeiras se había logrado llevar por poco más de medio millón de euros por el 20 % de sus derechos y la incorporación inmediata al equipo. Una vez más, K9 daba muestras de ser uno de los mejores delanteros salidos del fútbol brasileño en los últimos tiempos. Tan solo ha jugado 14 partidos con la camiseta del Palmeiras y ya suma 13 goles, una media espectacular y que lo convierte en uno de los futbolistas con más caché de Brasil y probabilidades de jugar en cualquier grande de Europa.

¿Y que tiene Keirrison que le hace ser tan deseado? El gol. Un auténtico 9 siempre con hambre y al que le hemos podido ver marcar dos, tres y hasta cuatro goles en un mismo partido. Un devorador del área que no perdona, que finaliza cualquier tipo de jugada y que es capaz de fabricarse los goles por sí solo. A su corta edad de 20 años, este chico juega como un experimentado. Sabe moverse perfectamente por el campo y no es para nada un jugador estático, y sobre todo es un futbolista que sabe leer los espacios casi a la perfección, un verdadero especialista en el desmarque, virtud que le ayuda muchísimo en su búsqueda del gol. Con el balón en los pies es rápido y bastante ágil, su físico (1,84 metros) le ayuda además a cubrir con seguridad la posesión del balón.

Siempre se muestra participativo y se ofrece como opción para el remate en todas las jugadas. Dentro del área se mueve como pez en el agua, es especialmente bueno en el desmarque y la anticipación a sus rivales. Aparece siempre por lugares inesperados y acostumbra a sorprender a sus marcadores metiendo el pie antes que ellos lo suficiente para que el balón coja portería. Potentísimo su juego aéreo, con un gran remate de cabeza y precisión para disparar con el pie desde cualquier posición. Es muy hábil en el remate al primer toque, consigue muchos goles de este modo, y definiendo ante el guardameta en el uno contra uno es imparable, siempre muestra calidad en su definición y tranquilidad a la hora de llevarla a cabo.

Por último queda destacar que es siempre el encargado de lanzar los penaltis, rozando la perfección. En definitiva, un delantero siempre con la caña preparada que al mínimo despiste se cuela en el área y marca. Un aspecto a mejorar son los tiros lejanos, recurso que no suele utilizar.

Keirrison tiene pasado, tiene presente, pero todos ahora hablan de su futuro. Barcelona, Liverpool, Real Madrid… ¿cuál sería el equipo ideal para K9? Es difícil decidirse, pues por cualidades creo que no tendría problemas para adaptarse a ligas como la española, italiana o inglesa. Personalmente me parecería un espectacular refuerzo para el Barcelona teniendo en cuenta que Henry está muy falto de velocidad y regate (no por ello pierde el gol) y que podría complementarse a la perfección con jugadores como Messi, Xavi, Iniesta o Eto’o. El Real Madrid podría ser otro gran destino para él, pero la perpetuidad de Raúl en el once podría costarle caro y con Huntelaar e Higuaín el conjunto blanco parece tener bien cubierta la posición de 9. Manchester, Liverpool, Arsenal, Milán… opciones interesantes, equipos de primerísimo nivel en los que quizás no jugaría de primeras pero que seguro con el tiempo iría apareciendo y fijo que para bien.

No cabe duda que el futuro de Keirrison está totalmente marcado para ser exitoso. ¿Podríamos estar ante un nuevo Ronaldo o un goleador de talla mundial? El tiempo lo dirá, pero cualidades, empeño, y sobre todo juventud no le faltan para cumplir sus metas.

Keirrison de Souza Carneiro, alias K9, remember the name…

*McAlv es el creador del blog Una pasión llamadad futbol, bitácora altamente recomendable para informarse sobre las jóvenes promesas del futbol.