El Príncipe cántabro conquista Sevilla

Dice Johan Cruyff en su libro ‘Me gusta el fútbol’:

Un error de concepto consiste en esperar demasiado para que los jóvenes debuten o suban de categoría. A un jugador no hay que valorarlo por su edad sino por su calidad. Si un jugador de doce años ya demuestra que es demasiado para su categoría, que está técnicamente muy por encima de sus compañeros, hay que subirlo para que compita con los mayores y pueda mejorar como jugador. Porque eso le obligará a esforzarse más, a no conformarse con lo que ya sabe hacer y, al mismo tiempo, le servirá de estímulo. En definitiva, lo estás obligando a continuar aprendiendo.

[…] Eso sí, a estos jugadores más jóvenes que están empezando y destacan por su calidad, no les puedes exigir que lleven el peso del equipo de la noche a la mañana. Que hagan lo que puedan. Ya tendrán tiempo para convertirse en vacas sagradas. Pero, en cambio, lo que pueden aportar esos jugadores muy jóvenes al equipo se convierte en un revulsivo para el conjunto. […]

Nada mejor que las sabias palabras de un entendido de la materia como el holandés para intentar explicar y contextualizar la suprema demostración de fútbol por parte de Sergio Canales, la joya del Racing de Santander que a sus 18 años ya tiene destino de equipo de grande. Ayer, en el Sánchez Pizjuán, el juvenil maravilló a los seguidores locales, visitantes y hasta los neutrales, con dos goles dignos de ser encuadrados y con una actuación absolutamente consagratoria. Él sólo decantó la balanza a favor de la visita. Sus desmarques, su juego entre líneas, su primer toque, su sutil golpeo de balón, su cabeza fría y su capacidad de definición quedaron en evidencia en menos de 45 minutos.

Un par de tantos de muy bella factura y a otra cosa. Canales rompió los moldes, rompió la igualdad y envió un mensaje claro y contundente. En parte, Sergio debe estar muy agradecido a Miguel Ángel Portugal, actual entrenador del conjunto de Santander, quien vio en el algo que lo demás no. Sin saberlo obedeció las palabras de Cruyff y le dio minutos a pesar de su corta edad y a pesar que el presente del Racing no era el mejor. El fantasma del descenso amenazaba y no parecía el momento ideal para apostar por un inexperto Canales. El juvenil le respondió con creces, cuatro goles y una asistencia en siete partidos –de los cuales sólo fue titular en tres-.

Ya en la visita del Racing al Real Madrid pudimos darnos cuenta que Sergio es diferente. Espigado, veloz, movedizo, siempre se ofrece para tocar y jugar y no tiene miedo de cargarse al hombro la ofensiva de su equipo. Queda claro que su futuro es brillante, tan brillante como incierto a día de hoy. Sin un contrato definido, Real Madrid, Milan, Barcelona o Sevilla ya han preguntado por sus servicios, aunque hace ya cuatro años el Deportivo se adelantó a todos e incluyó el 50% de su pase como parte de pago de Pedro Munitis a la entidad cántabra. No sabemos donde acabará llevando sus gambetas y goles, pero por ahora podemos disfrutar de sus obras de arte jugando para el Racing.