Duelen las manos de tanto aplaudir

No ilusionarse con el juego de este Barcelona es prácticamente imposible. Enamorarse perdidamente de Messi y sus regates es inevitable. Intentar no arrodillarse ante la magia de Xavi Hernández es impensado. Obviar el gran momento que vive Samuel Eto’o es inadmisible. Un espectáculo culé en Nervión, demostrando que su nivel no es obra de suerte ni de casualidad. Máximos los exponentes de este equipo con hambre de triunfos y gloria, partido a partido la seguridad, la confianza y el talento resaltan por encima de todo. Y es que un 0-3 a domicilio en la casa de un complicado equipo como el Sevilla no es cosa de todos los días.

Que más se puede decir, todo lo demostrado en el campo habla por si solo. Cuan equivocado estaba cuando predije un encuentro igualado y batallado, grave error. Sorprendentemente por parte de los locales, no tanto por el cuadro azulgrana, el cotejo fue desparejo y atónitamente favorable al cuadro de Guardiola. Y es que cuando el Barça junta sus referentes el resultado es soberbio. Primero, un jugador alucinante en el mediocampo como Xavi te da una seguridad incalculable. Marca, entrega, juego, toque, control, pausa, y millones de halagos para este jugador que vestirá de azulgrana hasta 2014, grandes aciertos si los hay en cuanto a renovaciones. España es claramente envidiada por tener en sus filas a un centrocampista maravilloso.

El otro par de asuntos remarcables aparecen en la delantera. No tengo dudas de que con un Messi en este nivel y un Eto’o en racha, las chances de robarle un misero punto a este equipo son utópicas. El argentino se ha convertido en un todo terreno para este Barça, con mucho desborde, explosión y cambios de ritmo tanto en las bandas como por el centro. Lionel no parece tener techo y hasta ahora, por fortuna para el jugador y su club, las lesiones lo han respetado, un tema no menor a la hora de repasar la carrera del delantero. Esta noche fueron dos goles marca registrada de Leo. El primero, tras un soberbio pase del Nº 6, definiendo con clase a un palo, anulando cualquier esfuerzo del pobre Palop. El tanto que coronó la victoria fue pura delicadeza: gambeta larga, portero fuera de combate y a cobrar. Irreprochable reproducción del futbol bonito y efectivo.

Finalmente aparece Samuel, un hombre tan polémico como efectivo. Suena raro, hasta irónico pensar que Guardiola estaba decidido a dejarlo ir. Entre caprichos del camerunés, ofertas poco concretas y demás, Eto’o se quedó en el club para afrontar una temporada bisagra. ¡Y que comienzo! 14 goles en 13 encuentros, un cifra espeluznante a la hora de tenerlo en frente. Podrán criticarle muchas cosas a ‘Samu’, pero de cara al arco no hay excusa que valga…

Puyol y Pep advierten, y por mi parte confirmo: ‘‘Todavía no se ha ganado nada’’. Por ahora, a deleitarse con el juego mostrado por el equipo blaugrana, sin temor de afirmar que de continuar este nivel se prevee un fin de año glorioso para el conjunto catalán.