Todos quieren a Frank Ribery

Alemania 2006 era la cita para que muchos países se posicionaran en la elite del futbol mundial. Que decir entonces de Francia, brillante campeona en 1998, jugando en casa. Inesperado suceso ocurrió entonces en Corea – Japón, cuatro años después, cuando la selección gala quedo fuera de competencia en la primera fase, sin haber ganando un solo partido. Sentimientos de desazón y asombro habrán pasado por las mentes de tantos seguidores franceses, que veían como su equipo (campeón europeo y mundial) caía ante rivales menores como la asombrosa Senegal, Uruguay y Dinamarca. Retomando, el conjunto de Raymond Domenech llegaba al país teutón en busca de la gloria perdida, con un deseo, y hasta casi un obligación, de tomarse revancha y reivindicarse.

Mientras que las figuras presentes eran Henry, Zidane, Vieira, Makelele, entre otros, en la convocatoria aparecía un nombre distinto, diferente, un jugador joven, volante por las bandas, al que algunos querían ver. Quien diría que ese mediocampista de 23 años, bajo, flaco, y con belleza facial limitada, sería una de las gratas revelaciones del torneo, al punto de quitarle el puesto a un goleador histórico como David Trezeguet, y ganarse las miradas de los grandes europeos. Ese chico era Frank Ribery. Nacido en 1983, futbolista gran habilidad, con un toque exquisito y una excelente ubicación el campo. Hasta ese momento, en el Marsella, compañero de otra estrella que ya asomaba: Samir Nasri. Scarface, como suelen llamarle, había encontrado en el equipo marsellés su lugar en el mundo, tras fugases pasos por el futbol local y turco.

Dos historias se cruzaron en el camino. Tras su excelente participación en el Mundial, aunque con la triste sensación de haber quedado en las puertas de un nuevo titulo, el Bayern Munich llamó a su puerta, con un más que interesante proyecto y un jugoso contrato bajo el brazo. El equipo bávaro necesitaba una renovación urgente, tras el fracaso en la Bundesliga, sin conseguir un titulo y clasificando solamente a la Copa UEFA. Los resultados están más que a la vista: a pesar de quedar fuera en las semifinales de UEFA, ante el campeón Zenit, el equipo volvió a gritar campeón de manera irrefutable, y con Ribery, Toni, Klose, entre otros, como grandes figuras. Al parecer, la Bundesliga le quedaba chica a un jugador de su categoría, y al finalizar la temporada 07/08 se rumoreó su salida hacia una liga más competitiva. Otro oscuro aunque breve lapso sucedió entonces en la carrera del astro francés: tras frustrarse su posible fichaje por otro club, se sumó otra decepción, esta vez representando a su país. Una pobre Francia post-Zidane fue victima del grupo de la muerte y quedó eliminada de la Euro 2008 en la primera fase, con las ilusiones ya perdidas en el ultimo partido ante Italia, donde Ribery salió gravemente lesionado.

Actualmente continúa demostrando su talento en las filas del campeón de defensor. El equipo marcha segundo a un punto del líder. A pesar de que hasta junio no se abrirá otra vez el mercado, nuevos rumores de su posible salida se incrementan día a día. Primero fue el Barça, luego el Chelsea, y ahora el Madrid y también la Juventus. Al parecer, tanto merengues, culés y blues parten con ventaja al ser clubes del agrado del volante. La posible llegada de Florentino y su movida galáctica, más el arribo de Zidane nuevamente a la casa blanca hacen muy posible su marcha a la capital española. ¿Acabará vistiendo de blanco? ¿Elegirá al Barça o se mudará a Londres? El tiempo dirá, lo único seguro es que todos quieren a Frank Ribery…