Suspenso y agonía desde Hampshire hasta Madrid

Cuenta regresiva para los apasionantes octavos de final de la Champions League. A menos de tres semanas, los equipos batallan fecha a fecha en sus respectivas ligas, buscando llegar de la mejor manera a la inminente competencia europea. Si hay un choque que cabe destacar, es el de Real Madrid ante Liverpool, dos equipos históricamente reinantes de Europa, que comparten ciertas similitudes en esta temporada. Ambos buscan alcanzar a los respectivos líderes de la Liga y la Premier, manteniéndose al acecho. Mientras el Madrid parece frustrarse viendo esos benditos 12 puntos de diferencia, los reds mantienen la irregularidad como carta de presentación. Pero hay aspectos que los unen aun más: la agonía, el suspenso y la incertidumbre. Un Liverpool no apto para cardiacos y un Madrid que gana y no convence. Aunque será un 25, no habrá navidades, sino un cruce verdaderamente emocionante.

El escenario era el Santiago Bernabeu. Llegaba el Madrid buscando continuar con la buena racha, tal vez rezando para que al Barça lo mire un tuerto. Enfrente, justo el rival que puso en aprietos al conjunto culé, y que tranquilamente pudo llevarse un triunfo de no ser por un tal Messi. Raúl e Higuaín actuarían como cazadores del gol, aunque el verdadero Hunter esperaba su oportunidad junto a Juande. Casillas escribía su nombre con letras de oro, igualando al mítico Paco Buyo, leyenda viva el oriundo de Móstoles. Se preveía un encuentro igualado, y para que traicionar a las apuestas. Lass y Van der Vaart intentaron ser los dueños del mediocampo, en un Madrid que sufrió y mucho la baja de Gago, el toque de equilibro en la zona de volantes. Otra vez, cualquier inspiración posible por parte de los merengues caía en manos de Robben, al cual últimamente no se le acepta rendimiento por debajo de lo sensacional. Mal, muy mal, Arjen no es Messi, por más que se quiera. Y es que la noche de hoy el holandés no estuvo fino, y sin la ayuda de sus compatriotas, como viene ocurriendo hace rato, todo dependía de la dupla ofensiva.

¿Y mientras tanto que? La defensa local, con el cuchillo entre los dientes, atentaba contra la humanidad de cualquier jugador del Racing. Excelente noche de Jonathan Pereira, delantero reconvertido en volante derecho, que sacó a la luz todas las falencias del fondo merengue. ¿Tan difícil es darse cuenta que Heinze no es lateral? Con lo que le cuesta conformar un zaga, imagínenselo por las bandas! Ramos jugó casi de regalo, practicando kick boxing con el pobre Pereira, de los pocos jugadores del Racing con ganas e ideas lucidas. Llegó entonces el alivio, tras el entretiempo, en los pies de Higuaín: control, amague y remate. Gol y aplausos para el argentino. Solo sirvió para el resultado, el gol hizo que el Racing saliera en busca del empate, convencidos de que era posible. Si Pereira hubiera acertado alguna, si Zigic tan solo hubiera metido algún cabezazo. Puras suposiciones, nada en concreto, victoria para el Madrid. Ah, por cierto, pudo debutar Faubert. De Huntelaar, ni noticias…

Duelo engañoso en el condado de Hampshire, Portsmouth. Los locales, hundidos y con un Tony Adams muy cuestionado, recibían al Liverpool de Rafa, fuera de la FA de la mano del Everton y con más empates que alegrías a cuestas. Crouch se cruzaba con su ex club, y Benítez aplicaba la tan odiada rotación por parte de los seguidores, a lo que se le sumaba un nuevo sistema: tres centrales, cinco volantes, Aurelio jugando de doble cinco y arriba, el joven Ngog. Nada que destacar en una primera parte gris, con leve dominio red. Que decir entonces del complemento, reivindicación completa por parte de los 22 protagonistas. Goles, fallos increíbles (de todo tipo), y sobre todo, incertidumbre. Pasar del 1-0 al 0-1 suena difícil, pero nada es imposible para los de Merseyside. Se puede decir que Babel falló el gol de la década, solo de cara a la portería. Y en una contra, lo inesperado, el Pompey se adelantaba mediante Nugent. Llegaba entonces la rápida respuesta visitante mediante un inspirado Aurelio, y luego un gol mal anulado a Kuyt. Y cuando parecía que los tres puntos se iban para Anfield otra vez llegó un balde de agua fría, tras un error de Reina para el gol de Hreidarsson. No hay corazón que aguante si de los reds se habla. Por el momento son líderes, a la espera del par de partidos pendientes del United.Pero si de errores hablamos, que decir del partido de David ‘Calamity’ James, quien fue protagonista en el empate de Kuyt. Sin Gerrard, pero con Torres, el Liverpool se llevó los tres puntos, con un agónico gol del Nº 9.

Sábado de locos. Tanto en Inglaterra como en España, los escoltas, a base de sustos, consiguieron sus respectivas victorias. Simplemente, hubo suspenso y agonía desde Hampshire hasta Madrid…


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