El United comienza a saciar su ambición

120 minutos, un juego cambiante, buenas actuaciones individuales, cambios, tapadas, postes, y para colmo, definición por penales. Wembley vivió una verdadera tarde de futbol, una final con todas las letras. Se podría decir que no vimos un partido brillante, pero la actitud mostrada por ambos conjuntos fue completamente destacable. Diferentes las razones y los motivos de cada equipo para intentar conseguir este trofeo, ninguno quería dejar pasar esta chance de agregar otro trofeo a sus vitrinas. Mientras Redknapp y compañía buscaban ‘‘salvar’’ una gris temporada, Ferguson y sus dirigidos iban decididos a conseguir su tercer titulo en el año, con otros tres aún en disputa. Aaron Lennon pudo sentenciar la historia, Ronaldo tuvo el triunfo en sus pies en la agonía del partido, aunque Ben Foster fue el Man of the Match, vistiéndose de Van der Sar en la tanda de penales. Los Red Devils mantienen viva su imagen de intocables…

Ante la sobrecarga de partidos, y como era de esperarse, Ferguson reservó a muchas de sus figuras. Pudimos ver a Foster en portería, de nuevo al joven valuarte Evans junto a Ferdinand en la zaga. En el centro, Sir Alex renovaba la confianza en Gibson, sumando al chico Welbeck junto a Tevez en la ofensiva. Se esperaba un 4-5-1 más conservador por parte de Harry, aunque finalmente apostó por la dubitativa dupla Pavlyuchenko – Bent. Sin poder contar con los ‘’re-fichajes’’ de invierno, el mediocampo saldría con Lennon por derecha, el irregular Jenas junto a Zokora en el centro, y por izquierda, casi emulando a Nasri en el Arsenal, Modric sería el encargado de generar el juego. Vertiginoso comienzo de los diablos rojos, con Ronaldo a la cabeza. Si, al igual que ante el Inter, el luso comenzó siendo la bandera del equipo. Hasta los 25’, fue un monologo de los Fergie boys, abusando de acertados cambios de frente, control de balón y remates al arco. Los spurs se encontraban acorralados…

Cambiaron los roles por un momento, aunque la situación fue similar: dominio en el centro del campo, Zokora y Jenas muy acertados con o sin el balón, Modric aportando peligro con sus diagonales, Lennon imparable para la defensa, pero…la delantera no aportaba su grano de arena, faltaba chispa en ambas áreas. Por fin llegó la emoción a los arcos, tras una excelente jugada en conjunto que acabó en los pies de Lennon, y en un remate contenido por la figura de la noche, Foster. Mientras tanto, O’shea –quien se había salvado de la expulsión- era reemplazado por Vidic tras jugar varios minutos de regalo. Íbamos en camino al extra time, cuando Ronaldo rompió el molde, encaró hacía el arco de Gomes, pero el palo ahogó el grito de gol del siete portugués. El tiempo extra fue –como suele suceder- una excusa para llegar a los penales. La lesión de Lennon y los problemas físicos de Dawson acabaron definitivamente con las intenciones del Tottenham.

En la lotería de los 11 metros, se engrandeció la imagen de Foster, quién detuvo el disparo de O’hara y festejó el falló de Bentley. 100% de efectividad por parte del United, el gol de Anderson sentenció a los Spurs, el Manchester gritaba campeón nuevamente. Por nombrar algunas cifras, decimoctavo partido invicto por parte del Manchester ante el Tottenham, tercera Carling Cup en la historia para los diablos rojos, 21 títulos de Giggs y 31 de Ferguson al mando del equipo… ¿Quién será capaz de detener a este insaciable equipo?