jueves, 5 de marzo de 2009

Subir a la palmera

Escrito por Lama

Ser aficionado del Levante es un ejercicio de fe. Sabes que el poco valor histórico que tiene ya ser el club decano de la ciudad, de que son muchos años a la sombra del Valencia y que jamás tendremos el apoyo institucional y mediático que merecemos. Por contra, además de las emociones que te conlleva visitar cada dos semanas el Ciutat de Valencia, ser aficionado del Levante es formar parte de un club con una historia singular llena de desgracias que curten más que nada a la hora de entender el fútbol.

Sin lugar a dudas hay dos episodios que pueden servir de ejemplo para lo que quiero transmitir en esta entrada. El primero de ellos, relacionado con nuestro escaso palmarés, data de su reciente estreno y de la desdicha que siempre nos seguirá. Y es que en 2007 en relación a las Leyes de Memoria Histórica, el Congreso de los Diputados, dio oficialidad a la Copa de la España Libre como título y por fin el Levante, tras muchos años de lucha, vio como se reconocía esta Copa, disputada durante el periodo de Guerra Civil (sólo tuvo una edición la de 1937) en el bando republicano de la zona mediterránea... y que hizo más dulce el haber ganado al Valencia en la final. Eso sí, la Federación Española no lo reconoce por lo que el palmarés del equipo varia según quien "te lo cuente".

Pero seguro que si preguntáis a hinchas del Valencia menores de los cuarenta o cincuenta años, no encontréis muchos rastros de rivalidad local... cosa que no ocurre si le preguntas a cualquier aficionado granota. Como os contaba, vivir detrás de un coloso como el Valencia genera muchas disputas pero muy pocos saben que el inicio de esta rivalidad tiene una historia tan antigua como curiosa.

Ya habéis leído lo que le ha costado al equipo blaugrana ganar títulos y el haber jugado tan sólo cinco temporadas en la máxima categoría del fútbol español, hace que cada ascenso de categoría, sea celebrado como el ganar una Champions en los principales núcleos granotas (el Barrio de Orriols y el Barrio del Cabanyal - que por cierto, el Ayuntamiento se está encargando de destruir-). Y fue justamente en una promoción de ascenso a Primera División en 1959, cuando nació una de las enemistades más desiguales del fútbol español. Incapaz fue el Levante de ganar a la UD Las Palmas en el doble choque por la máxima categoría y tras el inútil empate en el antiguo Insular, unos aficionados del Valencia que pasaban por la zona del antiguo campo de Vallejo encontraron un gato negro muerto y vieron la ocasión de gastarles una broma a los desolados aficionados levantinistas.

A la mañana siguiente, ese gato negro muerto amaneció a los pies de una palmera, junto a un cartel que rezaba lo siguiente:

"Cuando el gato suba a la palmera, el Levante estará en Primera"

Cuatro años duró este "maleficio" hasta que el Levante consiguió su ansiado ascenso a Primera (1963) y se podía escuchar en las celebraciones el famoso cántico de "El gato subió a la palmera" que también se entonó durante el último ascenso (yo estaba en esas celebraciones y lo corroboro). La realidad del club en la actualidad es desoladora, pero no quita que el Levante sea considerado como uno de los clubes con más solera de la Segunda División (y que haya tenido el privilegio -y desgracia- de haber contado con Johan Cruyff).

11 Comentários:

AD dijo...

Un gran articulo Lama, se nota claramente lo dificil que es ser seguidor de un equipo pequeño, mas aun cuando esta a la sombra de un club tan importante como el Valencia. Es comica la historia del gato muerto, aunque aun mejor es tener la certeza que desde ese dia el Levante pudo tener su revancha, por mas minima que fuera.

Gracias por seguir colabarando con EBE.

AD dijo...

PD: les comento que esta semana retome los estudios en la facultad, lo que sumado al trabajo me quita gran parte de mi tiempo. Intentare actualizar esta bitacora con regularidad, y espero poder seguir pasando a opinar por todos sus blogs.

Mi idea es poder publicar dos articulos entre semana, como minimo, y uno o dos durante el fin de semana. Muchasimas gracias a todos los que continuan visitando El Balón Europeo.

Anónimo dijo...

Desconocía la historia del gato y la palmera. Gracias por contárnosla.
Los aficionados de equipos pequeños tienen un sentimiento especial que nunca podrán alcanzar los que están acostumbrados a la gloria. Cada alegría vale por dos.

Un saludo.

Anónimo dijo...

El Levante es otro de los históricos de nuestro fútbol que está pasándolo muy mal en la parcela económica. Espero que se recupere de ella y vuelva fuerte a Primera.

Os esperamos en Pegado al palo.

NoTe dijo...

Muy uen artículo y bárbaro lo de la palmera...Saludos!

Miquel dijo...

Me alegro que os gustara la historia. Os tengo que colgar algún vídeo de la triste imagen de la grada... vamos muy pocos y encima nos han cerrado medio aforo por unas obras de un centro comercial... todo sufrimiento.


Saludos

El_Acertijo dijo...

siempre ser hincha de un equipo chico es un sacerdocio! no es la excepcion el Levante!

gran articulo

Tremendamente Motivados

Enric Adell dijo...

hola,
ya conocía estas dos anécdotas del equipo. La verdad es que no es un equipo con mucha suerte.
Es raro que el Levante haya estado tantas pocas veces en primera.
Felicidades por el año!!!!!!
saludos des de Fútbol Mundial

Esteban dL dijo...

muchas mufas tuvo Levante y lo del gato... feo feo...

saludos

PD: cuando subirías el post que te mandé???

Jony dijo...

No lo sabía, es curiosísimo e interesante.

Yo me pondría en la piel de ser seguidor del Everton y la verdad es que para eso prefiero dedicarme a seguir otro deporte que a estar sufriendo.

City Rules dijo...

JAj gran informe yo conozco una historia parecida...
Saludos.

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