El karma del chorreo

Allá por fines de febrero, el presidente madridista Vicente Boluda anticipaba el cruce entre su equipo y Liverpool, por los octavos de final de la Champions League: ``Aquí ganamos 3-0 y en Anfield 1-2. Ellos se van a abrir y les vamos a chorrear.´´ Casi sin darse cuenta, el atrevido mandatario popularizaba un término. La palabra chorreo comenzaba a invadir el ambiente del futbol, una peculiar expresión que vaticinaría, tal vez, el comienzo del fin para el equipo blanco. Esta suposición sería ratificada el 10 de marzo, el mismo día en que el Liverpool finiquitaba al Madrid con una espectacular goleada en casa, acabando –por quinta vez consecutiva- con las aspiraciones del club merengue en Europa. Lejos quedaba el pronosticado doblete del señor Boluda, y ya fuera de la Champions, el Madrid buscaba sanar sus heridas intentando hacerse fuerte en su competencia local.

Si la Champions parecía un anhelo utópico, que decir entonces de la Liga, tierra prohibida por entonces para el Madrid, quién veía como su eterno rival se exhibía partido a partido. Poco a poco, la confianza sobre Juande Ramos y su equipo aumentaba, no por el juego brillante que tampoco supieron conseguir Capello y Schuster, sino por la sorprendente cantidad de triunfos y partidos sin derrotas del conjunto capitalino. Un halo de esperanza aparecía inesperadamente: el Barça, con la cabeza en la Champions, dejaba dos puntos en Valencia. El hattrick de Raúl ante Sevilla depositaba a su equipo a cuatro puntos del líder, una semana antes del gran clásico. Sin imaginarlo –y muchos menos, preverlo- este equipo volvió a sucumbir ante el futbol mágico de Guardiola y compañía. Un resultado tan abultado como histórico que pone un punto y aparte a esta historia.

Exhibición total y absoluta por parte de este Barça, una soberbia demostración de juego asociado con detalles asombrosos. Dos claros errores defensivos y una pésima actuación de Abidal en la primera parte no pudieron opacar semejante espectáculo. De atrás para adelante, de arco a arco, el equipo de Guardiola mostró su cara más alegre y dio una lección de futbol y jerarquía. Dos sensacionales tapadas de Valdés ayudaron a su equipo a mantener su ventaja. Vimos a un Alves más sereno y sensato, colaborando en ofensiva, un polo opuesto de su compañero francés, quién volvió a demostrar que este equipo le queda grande. Toure continúa ratificando sus condiciones con tremendos partidos, y eso que el marfileño es uno de los pocos jugadores encargados de la contención y la marca. Está noche soñada en el Bernabeu puede significar el nacimiento de un nuevo Eto’o: solidario, luchador, pensando primero en el equipo y luego en si mismo, actitud usualmente reprochada hacía el pichichi blaugrana.

Un párrafo aparte merecen ciertos nombres. Puyol y Piqué, la zaga de España, la dupla culé. Carles volvió a ser protagonista con un salto de novela, pero esta vez, el gol estuvo de su lado, un premio merecidísimo para el carisma y la garra del capitán azulgrana. Gerard Piqué Bernabeu se olvidó de sus abuelos maternos –aficionados madridistas- y se sumó a la fiesta con otro tanto. Xavi e Iniesta, vaya pareja, completamente descomunales. Constancia por parte de Hernández, magia del lado de Don Andrés, nuevamente pesando como mediocentro. Guardamos lo mejor para el final: la chispa de Messi y la clase de Henry se robaron el show. Disfrutamos detalles de un Henry gunner, como en sus mejores épocas con el conjunto londinense. Messi siguió ensañado en tapar bocas y finiquitó a Casillas (nuevamente, San Iker) con dos golazos y su típico futbol de potrero.

El abultado resultado refleja la anemia futbolística de un equipo sin identidad, deslucido –pero merecido, claro está- bicampeón de Liga, que aún no sabe a lo que juega. Tantas victorias y tanta lucha no pueden ocultar la verdad: este equipo necesita un estilo definido, una urgente renovación de plantilla y un técnico acorde a la grandeza de este club. Hoy el Barça ha sentenciado definitivamente la Liga. Nadie dudará en decir que este equipo muestra su mejor cara en las situaciones cumbres, y que de conseguir el pase a la final de la Champions posiblemente logré entrar en la historia de este deporte, como un equipo que pudo materializar el futbol total.

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